Cinco actividades imperdibles en Mazatlán

Con sus playas doradas, arquitectura colonial y cultura vibrante, Mazatlán ofrece una mezcla irresistible de experiencias entre tierra y mar que cautivan a los visitantes año tras año. Desde su animada vida callejera hasta su belleza natural y atracciones inmersivas, la Perla del Pacífico lo tiene todo, pero hay ciertas experiencias que todo viajero debe incluir en su lista de cosas que hacer en Mazatlán, especialmente si es su primera visita.

En lo más alto de la lista debe estar el Malecón, el emblemático paseo marítimo de Mazatlán. Con más de 21 kilómetros de extensión a lo largo de la costa, este amplio corredor es el lugar perfecto para comenzar su aventura en Mazatlán, caminando, corriendo o andando en bicicleta junto al mar mientras disfruta de las vistas. A lo largo del camino se pueden apreciar esculturas como el Monumento al Pescador, La Mujer Delfín y el Monumento a la Pulmonía (un homenaje escultórico a los icónicos taxis abiertos de la ciudad), entre muchas otras. Más allá del arte público, los vendedores, el arte callejero y los atardeceres panorámicos convierten un paseo sencillo en una experiencia sensorial completa. Es una ventana a la vida cotidiana, donde tanto locales como visitantes se detienen por un agua de coco o para observar a los clavadistas lanzarse al Pacífico. Ya sea al amanecer o al atardecer, este lugar emblemático ofrece una introducción inmejorable al encanto costero de la ciudad.

Muy cerca del oleaje se encuentra el corazón de Mazatlán: su centro histórico. El Centro Histórico vibra con una energía auténtica que recuerda el pasado de la ciudad sin dejar de estar plenamente conectado con el presente. Aquí, edificios del siglo XIX han sido cuidadosamente restaurados para albergar cafés con gran movimiento, boutiques modernas, galerías llenas de vida y teatros que unen a la comunidad. Enmarcada por balcones de hierro forjado y fachadas coloridas, la Plaza Machado es el alma del distrito. Es también donde encontrará una de las incorporaciones más recientes a la escena culinaria de la ciudad: Melville, el restaurante dentro del nuevo Pueblo Bonito Vantage Centro Histórico Mazatlán. En honor al autor de Moby Dick, quien alguna vez visitó la ciudad, Melville fusiona el legado marítimo con una cocina inspirada, ofreciendo platillos refinados en un ambiente que evoca la grandeza del México antiguo. Es el nuevo espacio donde se interpreta y sirve el alma histórica de la ciudad—en cada plato y cada copa.

Una vez que haya explorado las calles, es momento de dirigirse al mar, el elemento que más define a esta ciudad. A un corto trayecto en lancha se encuentra la Isla de la Piedra, un rincón de playa más tranquilo que los del Malecón, con una atmósfera rústica y relajada. Las palmeras se mecen sobre restaurantes rústicos de mariscos y hamacas, mientras que los paseos a caballo, las bananas acuáticas y los camarones al coco recién preparados hacen que el día transcurra de forma ligera y placentera. Para quienes buscan desconectarse sin alejarse demasiado, esta escapada es una de las favoritas de los locales y una actividad obligada en Mazatlán.

De regreso al continente, el Teatro Ángela Peralta es un testimonio del rico patrimonio cultural de la ciudad. Nombrado en honor a la célebre soprano, este tesoro neoclásico data de la década de 1870. Hoy en día, es sede de conciertos, presentaciones de danza, obras teatrales y festivales. Incluso si no puede asistir a un evento, una visita guiada al teatro revela sus majestuosos interiores y una profunda conexión con el legado artístico de Mazatlán.

Finalmente, complete su visita con una tarde en el nuevo Acuario de Mazatlán y Museo del Mar de Cortés, una experiencia marina de vanguardia que educa y entretiene. La entrada está incluida para los huéspedes de Pueblo Bonito como parte del plan todo incluido. Es una excelente manera de aprender sobre los ecosistemas regionales y la vida marina que probablemente verá durante excursiones de avistamiento de ballenas, salidas de pesca u otros paseos en barco. Es ideal para profundizar su comprensión de la biodiversidad del Mar de Cortés y también para disfrutar de un día bajo techo si el clima está demasiado caluroso o algo lluvioso. Ya sea que busque exhibiciones interactivas o simplemente una salida familiar divertida, es una de las actividades nuevas más emocionantes en Mazatlán.

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