Destino: San Miguel de Allende

Entonces, ¿qué hace tan especial a esta “Cuna de la Independencia”? Para muchos,es su atmósfera: un equilibrio entre el carácter del viejo mundo y la creatividad contemporánea. Caminar por su centro histórico se siente como entrar en una pintura. Con sus techos de terracota, balcones cubiertos de flores y plazas llenas de vida, la ciudad atrae a visitantes y ha sido durante años un refugio para artistas, escritores, innovadores culinarios y otros creativos. Usted podrá disfrutar fácilmente de una escena gastronómica de vanguardia, recorrer galerías de arte, ir de compras a boutiques, y encontrar tesoros únicos por su belleza y artesanía. Ubicada en el estado de Guanajuato, a solo una hora y media de los aeropuertos de Querétaro (QRO) o León (BJX), San Miguel es muy fácil de visitar. Es increíblemente accesible, sin perder su esencia tranquila y su ritmo pausado, alejado del ajetreo de destinos más grandes. La ciudad ha mantenido un ritmo que invita a disfrutar cada momento. Si usted es amante de la historia, la arquitectura de la ciudad le revelará su pasado, calle por calle. Las torres rosadas de la Parroquia de San Miguel Arcángel son el centro de atención, mientras que el Oratorio de San Felipe Neri y el Templo de la Purísima Concepción reflejan influencias barrocas y neoclásicas. Incluso una caminata casual frente a mansiones coloniales como la Casa del Mayorazgo de la Canal le permitirá asomarse a la grandeza de siglos pasados.Desde su pasado histórico, la ciudad fluye naturalmente hacia un presente artístico vibrante. A poca distancia del nuevo Pueblo Bonito Vantage San Miguel de Allende, usted encontrará la Fábrica La Aurora, una antigua fábrica textil convertida en centro cultural lleno de estudios y galerías. También hay joyas más pequeñas, como Galería Nudo y YAM Gallery, que destacan la escena contemporánea local mientras honran las tradiciones mexicanas. Ese espíritu creativo también se refleja en las cocinas de la ciudad, donde los amantes de la gastronomía se deleitan con la oferta culinaria. Desde nuestro hotel, usted podrá disfrutar de ingredientes locales y recetas tradicionales mexicanas en LaFrida, cocteles artesanales con vistas espectaculares en el V Rooftop Bar, y tapas, café, pasteles y comidas casuales a lo largo del día, todo dentro del resort. Más allá de nuestras puertas, la ciudad lo invita a descubrir cafés en patios íntimos que sirven mole

oaxaqueño, restaurantes contemporáneos donde chefs reinterpretan clásicos mexicanos, y opciones internacionales emocionantes. En una ciudad conocida como el “Corazón” del país, uno de sus aspectos más destacados es, sin duda, el sentido palpable de comunidad. Ya sea tomando un café en El Jardín o recorriendo los mercados locales, es fácil sentir la calidez de los residentes, quienes se toman el tiempo para hacer que los visitantes se sientan bienvenidos y compartir con orgullo su conocimiento local. Este espíritu de hospitalidad es una de las razones por las que San Miguel de Allende constantemente figura entre las mejores ciudades pequeñas del mundo. Le recomendamos planear su visita durante alguno de los muchos festivales que se celebran en San Miguel, para ver la ciudad en todo su esplendor. Cada evento es una ventana a la cultura mexicana y una oportunidad para ser parte de una transformación en la que las calles se llenan de música, color y aromas. Uno de los mejores momentos para visitar San Miguel de Allende es la Semana Santa.Durante esta celebración religiosa, las procesiones y representaciones atraen a visitantes de todo el mundo. El Día de los Muertos, en noviembre, pinta la ciudad de cempasúchiles, altares llenos de comida y la cálida luz de las velas en honor a los seres queridos que ya no están. Los amantes del arte acuden al Festival La Calaca, una celebración de la creatividad que se lleva a cabo durante el Día de los Muertos e incluye presentaciones y desfiles. Aunque menos visual, pero igual de inspirador, el San Miguel Writers’ Conference & Literary Festival atrae a pensadores y narradores de todo el mundo. Y el Festival Internacional de Jazz & Blues de San Miguel llena la ciudad con una impresionante variedad de talentos internacionales en uno de los eventos más antiguos de su tipo en el país. Quizá el evento más único es la Fiesta de San Miguel Arcángel, a finales de eptiembre, que honra al santo patrono de la ciudad. Espere fuegos artificiales, desfiles y una energía festiva que contagia tanto a locales como a visitantes. Si viaja con toda la familia, hay mucho por disfrutar, desde paseos en globo aerostático hasta aventuras a caballo en los alrededores. Recorra las plazas disfrutando del aroma a tortillas recién hechas, el sonido de las campanas de las iglesias y la vista de bugambilias trepando por los muros de piedra. Adquiera artesanías hechas a mano, tome una clase y aprenda algo nuevo. Todas estas experiencias generan recuerdos que perduran mucho más que las actividades llenas de adrenalina. Gracias a su clima templado durante todo el año, San Miguel es un destino que nunca pierde su encanto. Dicho esto, la primavera y el otoño ofrecen el clima más agradable y la mayor cantidad de festivales.

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